Escasez de nafta en Argentina: las claves detrás del desabastecimiento

La escasez de nafta se ha vuelto un dolor de cabeza para los automovilistas argentinos. Largas filas se repiten a diario en las estaciones de servicio de todo el país, donde conseguir combustible se ha convertido en una odisea.

Esta situación se debe a una combinación de factores que configuran la “tormenta perfecta” detrás del desabastecimiento. Por un lado, la demanda creció fuerte en las últimas semanas, producto de los fines de semana largo y la expectativa de aumentos post-elecciones. A su vez, la oferta se vio afectada por paradas técnicas en refinerías clave como la de La Plata.

Ante la disparada de la demanda, Argentina debió recurrir a mayores importaciones de naftas y gasoil para compensar la menor refinación local. Pero aquí aparece otro escollo: el atraso de los precios de los combustibles respecto al valor internacional desincentiva fuertemente su importación.

Con valores en surtidor hasta 35% por debajo de la inflación en el último año, las petroleras pierden plata trayendo combustible del exterior a los valores locales. Por este motivo, los proveedores han comenzado a demorar o cancelar barcos con destino a puertos argentinos.

El Gobierno ya se reunió de urgencia con las principales operadoras y acordó la importación de 10 buques para paliar el desabastecimiento. Además, se comprometió a finalizar las paradas técnicas en refinerías. Con estas medidas, confía en normalizar el abastecimiento “en los próximos días”.

Mientras tanto, automovilistas y estacioneros siguen padeciendo la escasez. Ya no alcanza con recorrer varias estaciones para conseguir nafta, incluso sin importar el precio. En algunas directamente no quedan combustibles disponibles.

Todo indica que los controles de precios están detrás de esta situación. Tarifas más sinceradas podrían destrabar las importaciones y terminar con los faltantes. Pero ello también impactaría fuerte en los bolsillos de los consumidores. Un dilema que el Gobierno deberá resolver en el corto plazo para normalizar el abastecimiento.