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Neumáticos: La única parte de tu auto que toca el suelo (y cómo evitar que te estafen)


El héroe ignorado que te salva la vida

Seamos honestos. A nadie le entusiasma comprar neumáticos. Es plata que se va. No son tan lindos como unas llantas nuevas, ni tan emocionantes como un motor potenciado. Son, simplemente, la goma negra y redonda que hace que tu auto se mueva. Un mal necesario, pensamos. Aprendé a leer, cuidar y cambiar tus neumáticos.

Y ahí está el error.

Los neumáticos no son un accesorio. Son el único punto de contacto entre dos toneladas de metal y el asfalto. Cada rueda tiene una superficie de apoyo del tamaño de una postal. ¡Una postal! De eso depende tu vida, la de tu familia y la de los otros en la ruta.

Si no te interesa la seguridad, al menos que te interese el bolsillo. Unas cubiertas mal cuidadas te hacen gastar más nafta y te obligan a cambiarlas antes de tiempo.

Dejemos la poesía para otros. Acá no te voy a vender humo ni te voy a decir que tus cubiertas son tus mejores amigas. Te voy a dar data real para que sepas qué significan esos números raros y, lo más importante, cómo no dejar que te vendan cualquier cosa.


¿Qué significan todos esos números en el costado? (Desencriptando el jeroglífico)

Agarrá tu auto, andá y mirá el lateral de tu neumático. Vas a ver una secuencia de números y letras que parece un código secreto. No es tan complicado como parece, y entenderlo te da poder de negociación.

Infografía simple que explica el significado de los códigos y medidas en el lateral de un neumático (205/55 R16).

Tomemos como ejemplo la medida más común: 205/55 R16 91V.

  1. 205 (Ancho): Es el ancho de la banda de rodamiento, expresado en milímetros. Simple.
  2. 55 (Perfil/Talón): Ojo con esto. No es una medida fija, sino un porcentaje del ancho. En nuestro ejemplo, el perfil es el 55% de 205 mm. Es la altura del lateral de la cubierta. Si este número es bajo (ej: 40), el auto es más deportivo, pero la goma es más sensible a los pozos.
  3. R (Estructura): Significa «Radial». Es la forma en que está construida internamente. Hoy casi todas son R. No te hagas problema con esto.
  4. 16 (Rodado): El diámetro de la llanta en pulgadas. Fundamental. Si tu auto usa R16, no podés ponerle R15 o R17 sin cambiar la llanta.
  5. 91 (Índice de Carga): Es el peso máximo que ese neumático puede soportar. El código 91, por ejemplo, equivale a 615 kg. Este es un número de seguridad que no debés ignorar.
  6. V (Código de Velocidad): La velocidad máxima homologada. La V es hasta 240 km/h. La T es hasta 190 km/h. Tip honesto: A menos que vayas a correr en un autódromo, la mayoría de los códigos de velocidad te sobran.

Tip: Siempre, pero siempre, consultá el manual de tu auto o la etiqueta en la puerta del conductor. Ahí está la medida correcta que el fabricante homologó. Cambiarla sin saber puede alterar la lectura del velocímetro y, peor aún, poner en riesgo la estabilidad del vehículo.


La presión de aire: El error número uno que cometemos todos

Si tu neumático es el zapato, el aire es el músculo que lo sostiene. Y la mayoría de la gente anda con el músculo flojo.

Andar con baja presión tiene dos consecuencias que afectan directamente tu bolsillo y tu vida:

  1. Gasto de Combustible: El neumático «chato» aumenta la resistencia a la rodadura. El motor tiene que hacer más fuerza. Más fuerza = más nafta gastada. Simple.
  2. Riesgo de Reventón: Una cubierta floja flexiona demasiado, sobre todo a alta velocidad en la ruta. Esa flexión genera calor excesivo. El calor excesivo debilita la estructura interna. Y ahí es cuando explota sin aviso.

¿Cada cuánto calibrar? (La regla de oro)

Calibrá al menos una vez por mes, y siempre antes de salir a la ruta.

Regla de Oro: Siempre calibrá las cubiertas «en frío». Esto significa que el auto no haya rodado más de 3 km a baja velocidad. Si lo llevás al taller después de manejar 15 minutos, la presión ya subió por la fricción. Si calibrás en caliente, le estás poniendo menos aire del que realmente necesita.

La presión correcta siempre está indicada en el manual o en el marco de la puerta del conductor. Ignorá lo que dice la propia cubierta. Eso es solo la presión máxima de inflado. Vos necesitás la presión recomendada por el fabricante de tu auto.


Alineación, Balanceo y Rotación: ¿Son un invento del mecánico?

Mucha gente piensa que estos son servicios caros para sacarte dinero. Lo cierto es que son esenciales para maximizar la vida útil de tus neumáticos y evitar accidentes.

Alineación

La alineación (o paralelo) es ajustar los ángulos de las ruedas para que estén paralelas entre sí y perpendiculares al suelo. Si pegaste un buen golpe contra un pozo o un cordón, es muy probable que se haya desalineado.

  • Señal de alerta: Si soltás el volante por un segundo en una calle plana y el auto se tira notablemente hacia un lado, es hora de alinear. Una mala alineación gasta los neumáticos de forma irregular, a veces en apenas miles de kilómetros.

Balanceo

El balanceo se hace para asegurar que el peso de la rueda (llanta y cubierta) esté distribuido uniformemente. Esto se corrige con pequeños plomos.

  • Señal de alerta: Si sentís una vibración molesta en el volante o el piso del auto, especialmente a ciertas velocidades (ej: entre 80 y 110 km/h), necesitás balancear. Un mal balanceo desgasta el neumático a parches y daña la suspensión.

Rotación de Neumáticos

Rotar las cubiertas significa cambiarlas de posición periódicamente (generalmente cada 10.000 km o según indique el fabricante). Los neumáticos delanteros se gastan más rápido porque se encargan de la dirección y la mayor parte del frenado. Rotándolos, asegurás un desgaste uniforme y prolongás el juego completo.


¿Cuándo es hora de decir adiós? (El cambio de cubiertas)

Acá es donde entra la parte crítica de la seguridad.

El mito de los kilómetros vs. la realidad del tiempo

Muchos piensan: «Mis cubiertas tienen 50.000 km, todavía sirven». Error.

  1. Desgaste por uso (Kilometraje): Obvio. A menos dibujo, peor agarre, especialmente en mojado (riesgo de aquaplaning).
  2. Desgaste por tiempo (Envejecimiento): El caucho se reseca, se endurece y pierde elasticidad por la acción del sol, el ozono y el tiempo. La mayoría de los fabricantes recomienda cambiar los neumáticos que tengan 6 años o más, sin importar el dibujo que les quede. El riesgo es la rotura de la carcasa.

El código DOT: Cómo saber la edad real de un neumático

Este es el dato que te diferencia del resto y te evita ser estafado. Buscá la inscripción DOT seguida de una serie de números y letras. Al final, hay cuatro dígitos clave.

Mano apuntando con linterna al código DOT (fecha de fabricación) en el lateral de un neumático.

Ejemplo: ...1223

  • 12: Indica la semana de fabricación (Semana 12).
  • 23: Indica el año de fabricación (Año 2023).

Si estás comprando unas cubiertas nuevas y el código DOT te dice que son de hace 4 años, ¡no las compres! Ya perdiste dos tercios de su vida útil antes de instalarlas. Exigí neumáticos con un DOT reciente (máximo 6 a 12 meses de antigüedad).

La prueba del testigo de desgaste (TWI)

Legalmente, el límite de profundidad del dibujo es de 1.6 mm en la mayoría de los países. Si mirás los surcos de tus cubiertas, verás unos pequeños puentes de goma transversales. Son los Testigos de Desgaste (TWI).

Cuando el dibujo de la banda de rodamiento se iguala a ese testigo, es hora de cambiar. No esperes a ese momento: la seguridad disminuye drásticamente a partir de los 3 mm de profundidad.


Consejos finales para que duren más (y tu bolsillo agradezca)

Acá va la posta para no tirar la plata:

  • Evitá el uso rudo: Subir cordones a alta velocidad o caer en pozos con el auto cargado puede dañar la estructura interna de la cubierta de forma invisible (corte de cuerdas). Lo vas a pagar caro después.
  • No mezcles calidades: Lo ideal es que los cuatro neumáticos sean del mismo modelo y marca. Si tenés que mezclar, que al menos los del mismo eje sean idénticos en modelo, tamaño y rango de velocidad/carga.
  • Guardá la de auxilio: Revisá la presión de la de auxilio cada vez que revisás las otras. No tiene sentido tener un repuesto sin aire. Y si es una cubierta temporal (más chica), ¡usala solo el tiempo indispensable!

No estás «gastando» en neumáticos. Estás invirtiendo en tu seguridad y en la eficiencia de tu auto. Entendiendo la presión correcta, leyendo el DOT y respetando los testigos de desgaste, dejas de ser un cliente ignorante y te convertís en un consumidor informado.

La gente de la gomería te va a mirar distinto, y tu bolsillo te lo va a agradecer. No se trata de comprar caro, se trata de comprar bien y a tiempo.


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