AutoDonde

Canapino Titánico: Le Robó la Victoria a Rossi en un Final de Infarto y se Escapa en la Copa de Oro

imagen ilustrtiva - Canapino ganó San Nicolás

San Nicolás, Buenos Aires. – Lo que se vivió en el Autódromo Juan María Traverso no fue una carrera más, fue una declaración de principios. En una final que quedará grabada en la retina de todos los fierreros, Agustín Canapino con su Chevrolet Camaro del Canning Motorsport le arrebató la victoria a Matías Rossi y su Toyota Camry en la anteúltima vuelta, dando un golpe de autoridad brutal en la lucha por la Copa de Oro 2025. El podio multimarca lo completó un sólido Julián Santero con el Ford Mustang, que si bien sumó fuerte, vio cómo el «Titán» de Arrecifes se le escapa en la punta del campeonato.

Fue un fin de semana soñado para Canapino y una pesadilla para sus rivales. El tipo está en otra sintonía, y lo demostró desde el sábado.

Un Sábado de Dominio Absoluto: La Pole por Demolición

Para entender la victoria del domingo, hay que rebobinar al sábado. Canapino no ganó la carrera solo en la última vuelta, la empezó a ganar en la clasificación. Lo que hizo fue, sencillamente, aplastante. Le metió casi medio segundo (0.471 para ser exactos) a su escolta, Facundo Chapur y su Torino NG. En el TC, donde las diferencias son milimétricas, sacar esa ventaja es una bestialidad. Fue su quinta pole en la temporada, la tercera en las últimas cuatro clasificaciones. Ya desde ese momento, el mensaje era claro: el Chevrolet #86 era el auto a batir.

El domingo ratificó ese dominio ganando su serie de punta a punta, la quinta consecutiva que se anota en el bolsillo. Sin embargo, la serie más rápida fue la de Matías Rossi, lo que le dio al «Misil» el privilegio de largar desde la cuerda en la gran final. Y ahí, viejo, empezó la verdadera batalla.

Crónica de una Batalla Anunciada: Rossi vs. Canapino

Desde que se apagó el semáforo, la final de la 12ª fecha tuvo dos protagonistas excluyentes. Rossi picó en punta con el Toyota y Canapino se acomodó segundo, estudiándolo, persiguiéndolo como una sombra. Atrás, en la segunda vuelta, se armó el desparramo: Chapur, que largaba tercero, tuvo un despiste que lo mandó al fondo, terminando en el puesto 39 y perdiendo toda chance. Canapino también tuvo un pequeño susto en esa misma maniobra, pero logró controlar el Camaro y mantenerse como escolta, sin perderle pisada a Rossi.

Vuelta tras vuelta, Rossi aguantaba con un ritmo tremendo, defendiendo la punta con la jerarquía que lo caracteriza. Canapino, por su parte, no le daba respiro. El arrecifeño sabía que tenía un misil entre manos y lo demostró en la vuelta 10, cuando clavó el récord de vuelta con un tiempo de 1:28.215 a más de 161 km/h de promedio. Era una guerra de desgaste, de estrategia, de ver quién pestañeaba primero.

El «Misil» de Del Viso hizo todo bien. Aguantó la presión, administró la goma y pareció tener la carrera en el bolsillo. Pero del otro lado estaba Canapino en su versión más letal.

El Zarpazo del Titán que Definió la Carrera

Cuando quedaba apenas una vuelta y media para la bandera a cuadros, la tribuna se vino abajo. Canapino se le tiró por adentro a Rossi, el Chevrolet se puso a la par del Toyota y, en una maniobra ajustadísima pero limpia, el de Arrecifes se adueñó de la punta. Fue un sobrepaso de campeón. De un tipo que no se conforma con el segundo puesto y que, cuando huele sangre, va a fondo.

Rossi intentó recuperar lo que era suyo, pero ya era tarde. Canapino transitó el último giro con una frialdad espectacular y cruzó la meta con una diferencia de 1.912 segundos sobre el piloto de Toyota. Fue su cuarta victoria en las últimas cinco finales y la tercera al hilo, una racha demoledora que lo perfila como el máximo candidato a quedarse con su quinto campeonato de Turismo Carretera.

El tiempo total de la carrera fue de 42 minutos, 34 segundos y 781 milésimas para completar las 25 vueltas, una final rapidísima y sin interrupciones que demostró el nivel superlativo de los dos de adelante.

El Podio y los que Siguen en la Pelea

Mientras Canapino y Rossi se robaban todos los flashes, Julián Santero hizo una carrera inteligente con el Ford Mustang. El mendocino largó sexto, avanzó con solidez y se subió al tercer escalón del podio, a 3.493 segundos del ganador. Un resultado que le permite seguir como escolta en la Copa de Oro, pero ahora la diferencia es más grande.

El top 10 lo completaron pilotos de todas las marcas, demostrando la paridad de la categoría (detrás del intratable Canapino, claro):

  • Santiago Mangoni (Chevrolet Camaro)
  • Ignacio Faín (Torino NG)
  • Nicolás Bonelli (Ford Mustang)
  • Nicolás Trosset (Ford Mustang)
  • Marcos Landa (Chevrolet Camaro)
  • José Manuel Urcera (Ford Mustang)
  • 10º Andrés Jakos (Toyota)

La Copa de Oro, al Rojo Vivo pero con un Líder Clave

Con este resultado, Agustín Canapino estiró su ventaja en la cima de la Copa de Oro. Ahora suma 108 puntos, sacándole una diferencia de 25,5 unidades a Julián Santero, que acumula 82,5. Tercero se afianza Santiago Mangoni con 74 puntos.

A falta de tres fechas para el final del campeonato (Paraná, Toay y La Plata), la diferencia que hizo Canapino es fundamental. Lo obliga a Santero, a Mangoni y al resto a salir a matar o morir en lo que queda, mientras que él puede correr con un poco más de aire. Aunque conociéndolo al «Titán», sabés que no va a especular. Va a ir por todo, como siempre.

Fue, sin dudas, una de las mejores carreras del año. Un duelo de gigantes que se definió por detalles, por talento y por la ambición de un Canapino que parece decidido a pintar el 5 en sus laterales.

¿Podrá alguien bajarlo a Canapino de este nivel superlativo? ¿Fue la maniobra final la mejor del campeonato hasta ahora?


Deja un comentario

Scroll al inicio